B de Bélgica

B DE BUENO, BONITO, Y BARATO
Salimos de París temprano a la mañana en un FlixBus, una compañía que garantiza transporte barato, eficiente, y con wifi, a lo largo de casi toda Europa. En todos los viajes que tuvimos (que después vinieron más, yo estoy escribiendo esto desde el futuro (?)) sólo se cumplieron dos de estas opciones a la vez. Todo no se puede tener.
B DE BRUSELAS
Llegamos una hora más tarde de lo previsto a la terminal norte de Bruselas, por suerte tenían unos lockers gigantes para dejar nuestras mochilas e ir a recorrer la ciudad con lo mínimo indispensable. Hay de tres tamaños: 4€, 4.5€, y 5€. En la de tamaño medio entraron cómodas nuestras dos mochilas (en la de 5€ entran un hobbit y trece enanos, pero el mago se queda afuera por la altura del gorro).
B DE BANDE DESINÉE
Bélgica es la cuna de la historieta europea. Tintin, Lucky Luke, los Pitufos, todos nacieron de una pluma belga y en Bruselas no se cansan de hacértelo saber. En el museo de la historieta hay de todo, muñecos de los personajes más conocidos (me di el gusto de pisar la luna con Tintin, Haddock, y Tournesol), ejemplares originales que muestran paso a paso cómo se hace una historieta (desde el guión, a la tinta, a los colores, al montaje, ¡a la tapa!), muestras temporales (había una de la historieta china, que nace más o menos en el mismo año en que Tintin visita china en el Loto Azul) y espacios dedicados a los tres grandes: los Pitufos, Tintin, y… ¡el periodismo! La ciudad también está repleta de locales que venden recuerdos de estos personajes y de dibujos de historieta a lo largo de todas las paredes. Una pinturita.
B DE BIRRA
Otro de los inevitables de Bélgica. Con una larguísima tradición en cervezas y una enorme cantidad de cervecerías, la cerveza es el agua belga y Bruselas por momentos parece un parque cervecero de inabarcable variedad. Entre ellas nos cautivó la Delirium Tremens, elegida en su momento la mejor cerveza del mundo, y que tiene un elefante rosa en su logo. Un elefante rosa no puede fallar.
B DE BAÑO
Y acá es donde uno que viene leyendo piensa que voy a hablar de los baños públicos, pero no, todo lo contrario. Bruselas se caracteriza por ser la ciudad en la que la gente mea en la calle, y están orgullosos de ello. En Bruselas hay varias estatuas que lo simbolizan: el manneken pis, la janneken pis, hasta hay un perrito pis. Y en Brujas encontramos a este Luquiten Pis ¿Será la cerveza?
B DE BELGIAN FRIES
¿French fries? Otro de los fetiches belgas es afirmar que las papafritas las inventaron ellos, y para confirmar esto venden fritas en casi todas las esquinas. Con mayonesa por supuesto.
B DE EL FANTASMA DE LA B
No podía faltar en este enumerado el mítico fantasma. Los chizitos berretas belgas (un fetiche culinario del que disfruto) tienen forma de fantasmita y un fuerte sabor a queso. No sólo eso sino que nos han hecho notar la similitud entre estos fantasmitas y las sonrisas. ¿Serán estos chizitos el más allá de nuestras queridas galletitas? A las pruebas nos remitimos.
B DE BEBEDEROS
Obviamente que en Bélgica continuamos con nuestra búsqueda constante de agua potable. En Bruselas no tuvimos mayor suerte, pero tanto en Brujas como en Amberes unos lindos bebederos nos dieron refrescante y potable agua. No vimos una aplicación ni página para encontrarlos esta vez, pero ya tenemos el ojo un poco más avispado y no se nos escapan estos detalles.
B DE BRUJAS
Brujas es una ciudad de cuento de hadas. Casas medievales, gran cantidad de iglesias (en algunas suenan constantemente piezas clásicas), una torre en la plaza central, y mucho turismo de la tercera edad. Mucho. Brujas nos recibió con la noticia de que a las 9 de la noche ya cerraban muchos de los lugares para cenar (por suerte siempre hay algún pub amigo que te salva), y nos despidió con un mercado central en el que nos regalaron comida en cada puesto (desayunar mejillones no sé si sea la decisión más sabia, pero bien que eran deliciosos). Nos cansamos de caminar por todas sus calles y parques, mención especial para Hof de Jonge, una plaza escondida al norte de la ciudad en donde tiene varias mesas para picnic rodeadas de flores de varios colores.
B.. ¡DE VENGANZA!
No podía faltar. La historia detrás de los cisnes en los canales de Brujas es una historia de violencia y venganza. Cuenta la leyenda que el emperador Maximiliano de Austria fue encarcerlado por la gente de Brujas, cansada de los altos y ridículos impuestos. Varios nobles se opusieron a esto, entre ellos Pieter Lanchals, el alguacil. Los brujenses los decapitaron a todos y el emperador viendo todo esto desde su celda reflexionó y les perdonó a los brujenses sus impuestos y les devolvió sus privilegios. Una vez libre volvió a la ciudad con un ejército y luego de saquear la misma obligó a sus habitantes a tener en sus canales cisnes de cuello largo (Lanchalzen) que formaban parte del escudo familiar de Pieter Lanchals.
A DE ANTWERP, LA CIUDAD QUE NO SE ANIMA A EMPEZAR CON B
Nuestra despedida de Bélgica fue en Antwerp, o Amberes, una ciudad que estaba en obra por todos lados. Estuvimos apenas tres horas entre tren y bus, y nos sirvió para recorrer el centro hasta el puerto de ferries y comer nuestra última porción de fritas, con salsa holandesa esta vez. Amberes no nos encantó, pero no nos desenamoró de Bélgica. Al contrario, nos hizo reafirmar nuestra convicción de que en Bélgica, hay que seguir siempre la letra B.
Próximo destino: Holanda