Palabra poderosa: Viajar

La otra Córdoba

La otra Córdoba

Llegamos a la ciudad de Córdoba, famosa por sus patios, preguntándonos por las similitudes con nuestra Córdoba, tierra madre de Carolina. ¿Bailarán cuarteto acá? ¿Tomarán fernet? Estando en España no dudábamos en que encontrar un buen salame iba a ser tarea sencilla, pero Córdoba nos sorprendió con otras bebidas, otras músicas, y muy especialmente con otro paladar.

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LOS PATIOS DE CÓRDOBA No sólo la casa en la que nos alojábamos era enorme, con varias habitaciones, una gran cocina, y un precioso patio central decorado con platos y plantas. Sino que el día en que llegamos la visita a los patios más famosos de la ciudad, los patios del Palacio de Viana, era gratuita, y quedaba apenas a unos metros de nuestro hogar. Claro que fuimos a recorrerlos. Son más de diez patios con fuentes y jardines en los que estaba prohibido hacer fotos (pero a nadie parecía importarle)

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EL HUEVO DE COLÓN Fue en la ciudad de Córdoba, en el alcázar de los reyes cristianos, donde Cristóbal Colón solicitó los fondos a la corona española para poder realizar su inconcluso viaje a las Indias. El alcázar se puede visitar y tiene unos jardines enormes con fuentes que invitan a sentarse y mirar el agua pasar. Y sí, seguiamos tocados con la varita mágica, porque los viernes la visita es gratuita a partir de las 11hs. Lo interesante es que llegamos 10:55 y nos quisieron cobrar (y de hecho le cobraron a los que venían delante nuestro). Cuando preguntamos por la entrada gratuita nos dijeron “ah, sí, esperen cinco minutos y pasan gratis”. ¡Claro que sí!

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ENCUENTRO EN EL MERCADO En la Plaza de la Corredera, donde supo haber corridas de toros y hasta ejecuciones durante la inquisición, hay un mercado de frutas, verduras, y carnes. Ahí nos encontramos con Maxi, un amigo de Buenos Aires que hace ya un tiempo está viviendo en Córdoba. Compramos calamares, camarones, y berenjenas, y en el mismo mercado hay un puesto que te los prepara a la plancha con sal. Un amigo de Maxi de Italia, Manuele, también trajo un pez limón para que lo probáramos. Una delicia de almuerzo bañado en unas cervecitas. Córdoba no quería vernos pasar hambre.

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UN PASEO POR EL BARRIO JUDÍO El casco histórico de Córdoba es uno de los más grandes de Europa, parcialmente rodeado por enormes murallas. El barrio judío de Córdoba, dentro del casco histórico también nos cautivó con sus calles estrechas, sus patios, y sus numerosos pasadizos. No es tan laberíntico como veníamos acostumbrados, por lo que recorrerlo nos fue bastante menos estresante, pero sus calles invitan a deambular y disfrutar de los recovecos.

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LA MEZQUITA – CATEDRAL El sitio turístico más importante de la ciudad, la antigua mezquita devenida catedral que aún hoy sigue funcionando como tal. En el año 786, y sobre lo que era una basílica antigua, se construyó la mezquita de Córdoba. Llegó a ser la segunda mezquita más grande del mundo, sólo superada por la de La Meca. Luego de la reconquista de la ciudad por parte de España la mezquita se convirtió en iglesia, y más adelante se hicieron varias reformas arquitectónicas para darle más forma de iglesia católica.

Se conserva en su totalidad el mihrab, que indica a dónde deben rezar los musulmanes. Sin embargo en el caso de la mezquita de Córdoba este no apunta a La Meca. Según el rumor es porque copiaron los planos de cómo estaban hechas las mesquitas sirias. Claro que en otra parte del mundo La Meca queda en otra dirección.

La visita es gratuita bien temprano por la mañana, pero te echan cuando está por comenzar la misa. Una hora no parece suficiente para empaparse de sus característicos colores por lo que pasamos varias de nuestras mañanas aquí dentro.

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ADIÓS AL SUEÑO RUSO Nuestro colectivo para Granada salía el sábado a las cuatro de la tarde, el mismo horario en que empezaba a rodar la pelota en Kazan en el partido de la selección ante Francia. Como los planes están para romperlos cancelamos los pasajes y tuvimos que mudarnos de hotel.

Llegado el sábado nos juntamos con Maxi y sus amigos a comer una abundante picada cordobesa (otra vez nos deleitaron las croquetas, aunque el salmorejo tiene lo suyo) y después a ver el partido. El gol de Mercado se gritó con lágrimas en los ojos, pero no pudo ser. ¿Perdimos contra los mejores? ¿O perdimos contra nosotros mismos? (N. del A.: En el momento de escribir estas líneas estamos en la ciudad de Kazan, ¿no son hermosas las circularidades?)

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Y sin pasajes de colectivo decidimos animarnos a probar BlaBlaCar, una aplicación en la que gente que viaja de una ciudad a otra te lleva por una colaboración. Una especie de Uber larga distancia.

Próximo destino: Granada