Venecia no hay más que una

Tempranito a la mañana nos subimos a un Frecciarossa en la terminal de Firenze y en menos de dos horas ya estábamos en la estación terminal de Venecia: Santa Lucía. Los Frecciarossa son trenes de alta velocidad muy cómodos con acceso gratuito a internet (en rigor de verdad te cobran un centavo de euro). Hacen realidad la canción: el viajar es un placer.
NINGÚN HOMBRE ES UNA ISLA Pero Venecia sí que lo es. Más de 100 islas: 118 para ser exactos, unidas por 455 puentes. Caminar por Venecia es subir y bajar esos puentes una, y otra, y otra vez. Algunas veces sorprendiéndote del paisaje, los canales, las góndolas, y las casas altas. Y muchas otras veces diciendo: “¿pero no pasamos por acá antes?”. Hoy con Google Maps ubicarse se vuelve un poco más sencillo, por eso parte de la gracia es caminar sin mirar el mapa hasta perderse en el laberinto de los puentes y las calles y las islas, e intentar volver. Que tampoco es tan difícil porque muchos de los lugares más importantes están indicados con flechas y carteles.
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¿QUÉ SE DICE EN RIALTO? El hotel no nos esperaba hasta las dos de la tarde, pero pudimos dejar las mochilas en el restaurante de los dueños del hotel que queda en el mercado del Rialto. Un nuevo modelo de guardaequipajes.
El Rialto, así llamado por el río alto precisamente, se convirtió en el mercado de Venecia por el año 1000, coincidente con la construcción del icónico Puente del Rialto. Hoy en día en el Rialto hay un mercado de frutas, verduras, pescado, y chucherías para comer, junto con varios locales de souvenirs para turistas. Aunque como dijo Caro, todo Venecia parece un eterno laberinto con locales de souvenirs.
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LA PLAZA DE SAN MARCOS La postal más conocida de Venecia y su única plaza, rodeada de palacios, torres, iglesias y las famosas columnas. Es también el punto más bajo de toda Venecia y es frecuente que se inunde, para lo que instalan unas pasarelas turísticas arriba del agua. Show must go on!
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LA BASÍLICA DE SAN MARCOS El punto central de la plaza es la basílica de San Marcos construida para albergar las reliquias de San Marcos evangelista. La iglesia tiene mosaicos en todo el techo pintados de oro que realmente sorprenden e iluminan el lugar, así como la Pala d’Oro, un enorme altar bizantino hecho de oro.
El ingreso es gratuito, sólo hay que hacer una larga fila en la plaza. Al igual que en el vaticano no se puede ingresar con gorro o con los hombros descubiertos, pero tampoco se puede ingresar con mochilas o bolsos de ningún tipo a menos que sean muy, muy, muy, pequeñas. Hay un guardabolsos gratis a un par de cuadras que permite dejarlos mientras se visita la iglesia con tranquilidad. Nosotros hicimos toda la fila sin saber esto, pero una vez que uno llega a la puerta el guardia te indica dónde dejar los bolsos y después podés volver a entrar sin hacer la fila.
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LAS COLUMNAS DE SAN MARCOS Y SAN TEODORO En la Plaza San Marcos, frente al canal, se encuentran estas dos columnas traídas de Constantinopla que eran en su momento la puerta de ingreso a la ciudad. Una tiene el león alado, símbolo de San Marcos y de la ciudad de Venecia. Un detalle interesante es que las alas fueron agregadas al león, y que anteriormente era una simple estatua de un león. Uno de los primeros casos documentados de evolución Pokémon. La otra tiene a San Teodoro derrotando a un dragón (¿o a un cocodrilo?). San Teodoro era el santo patrono de Venecia, hasta que trajeron las reliquias de San Marcos y su patronazgo fue “reconsiderado”.
Cuentan que inicialmente eran tres columnas, pero que una se cayó al agua cuando la traían y se perdió en el fondo fangoso. Hace unos años se realizó una búsqueda del fondo para tratar de encontrarla, pero sin éxito. Nadie sabe qué efigie tenía la tercera columna. ¿Será un tercer santo? ¿Será la cruz?
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¿UN PASEO EN GÓNDOLA? Uno de los característicos paseos turísticos de Venecia es el viaje en góndola. Unas embarcaciones asimétricas (tienen más superficie del lado derecho para facilitar el trabajo de remo), mezcla de barco y ataúd. El gondolero, o gondolera que las hay desde 2009, viste tradicionalmente una remera blanca a rayas, gorro y pantalones negros, y es quien se encarga de maniobrar la barcaza entre los canales con un solo remo largo. A veces también va alguien cantando arias a bordo (nos cruzamos a varios y siempre son recibidos por aplausos desde los puentes). El paseo de media hora cuesta ochenta euros de día y cien euros de noche. Se cobra más por viajes más largos y el rumor dice que siempre son viajes más largos y siempre se cobra más. Fue un poco mucho para nuestro bolsillo en este viaje, quedará para la vuelta.
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UNA IGLESIA EN CADA ISLA Una de las cosas que sorprenden de pasear por Venecia es que la cantidad de puentes y canales es sólo comparable a la cantidad de iglesias que uno se encuentra. Se comenta que en un momento llegaron a ser ochenta iglesias y hay incluso plazas en las que hay una iglesia enfrentada a la otra (para los que vienen sacando cuentas, es cierto, eso no da una iglesia en cada isla, es algo así como 2 iglesias cada 3 islas). Hoy en día muchas de estas iglesias no existen más, y muchas están en muy malas condiciones edilicias. No cuesta mucho imaginar una época en el que todas estaban en actividad, todas recibían gente a sus misas, y todas tenían el suficiente dinero para mantener sus estructuras. No cuesta mucho y sorprende.
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VENEZIA BY NIGHT El paisaje de Venecia cambia completamente por las noches. Las luces son ahora de los restaurantes y los barcos nocturnos. Los edificios que dan a los grandes canales alumbran sus fachadas. Y las muchas calles más alejadas de las zonas turísticas están desiertas y oscuras. Apagar el celular, dejarse llevar por las ganas y perderse en Venecia de noche es un placer, aunque por momentos la soledad y la oscuridad te jueguen una mala pasada en la cabeza, tan acostumbrados a la compañía y al ruido como estamos en la urbanidad. De todos modos nunca deja de ser un juego, el hotel siempre está a una mirada al GPS de distancia, aunque quién sabe qué nos podremos encontrar en la oscuridad del laberinto.
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Próximo destino: Niza